¿Por qué aunque, en inmensas ocasiones seamos libres, no nos sentimos así interiormente? Entiéndase por libertad interior, por libertad para decidir, actuar o decir lo que nos plazca. No estamos hablando aquí de una libertad física coaccionada por unos barrotes de hierro o una puerta blindada.
"Tu libertad acaba donde empieza la del otro". Frase que siempre me hace pensar prque la considero una verdad absoluta. Esto es lo que debería ser, sin lugar a dudas... En el momento en que dejamos de respetar la libertad del otro, ya estamos rompiendo el trato que deberíamos tener con la dignidad humana, una dignidad que, a pesar de ser personal, necesita ser reafirmada y corroborada por el resto de personas que conforman la sociedad, nuestra sociedad más inmediata, nuestro alrededor, nuestra familia, grupo de amigos, conocidos o incluso, compañeros del trabajo...todo el mundo tiene cabida para formar o destrozar esta dignidad de la que hablamos.
Sin desviarme mucho del tema, lo que quiero expresar en estas líneas es el hecho de encontrarme "encerrada en libertad", como bien se titulaba una canción de Mónica Naranjo. Pues bien, son muchas las veces en que puedo sentirme así. No hay nada que me ate, pero yo me siento atada de antemano, antes de tomar ninguna decisión o abrir la boca para decir todo aquello que cada vez se hace más grande dentro de mí y se va comiendo el poco hueco que me queda de esa libertad que me escasea.
Siempre tengo la sensación de deber explicaciones, pero a mí nadie tiene por qué dármelas, de ser leal con alguien, pero conmigo nadie tiene por qué serlo, de contar cada paso que doy en mi vida diaria, pero nadie tiene por qué hacerme un mapa con su recorrido...y digo yo, ¿cuándo voy a aprender a ser independiente de verdad? Quizá sea hora de eso, de madurar y aprender a caminar sola sin tener que dar cuentas de cada movimiento que hago. Soy yo la única culpable de no sentirme libre por darle las llaves de mi celda a mis carceleros, sin tener por qué, por sentirme incapaz de hacer lo que quiera (como todo el muno hace)... siempre tengo q tener la sensacion de hacer algo malo, de hacer daño a alguien, sin tener tampoco por qué, sin querer hacer ese daño.
En fin, supongo que algún día aprenderé a sentirme libre de verdad, aunque ya lo sea a todos los efectos...
"Tu libertad acaba donde empieza la del otro". Frase que siempre me hace pensar prque la considero una verdad absoluta. Esto es lo que debería ser, sin lugar a dudas... En el momento en que dejamos de respetar la libertad del otro, ya estamos rompiendo el trato que deberíamos tener con la dignidad humana, una dignidad que, a pesar de ser personal, necesita ser reafirmada y corroborada por el resto de personas que conforman la sociedad, nuestra sociedad más inmediata, nuestro alrededor, nuestra familia, grupo de amigos, conocidos o incluso, compañeros del trabajo...todo el mundo tiene cabida para formar o destrozar esta dignidad de la que hablamos.
Sin desviarme mucho del tema, lo que quiero expresar en estas líneas es el hecho de encontrarme "encerrada en libertad", como bien se titulaba una canción de Mónica Naranjo. Pues bien, son muchas las veces en que puedo sentirme así. No hay nada que me ate, pero yo me siento atada de antemano, antes de tomar ninguna decisión o abrir la boca para decir todo aquello que cada vez se hace más grande dentro de mí y se va comiendo el poco hueco que me queda de esa libertad que me escasea.
Siempre tengo la sensación de deber explicaciones, pero a mí nadie tiene por qué dármelas, de ser leal con alguien, pero conmigo nadie tiene por qué serlo, de contar cada paso que doy en mi vida diaria, pero nadie tiene por qué hacerme un mapa con su recorrido...y digo yo, ¿cuándo voy a aprender a ser independiente de verdad? Quizá sea hora de eso, de madurar y aprender a caminar sola sin tener que dar cuentas de cada movimiento que hago. Soy yo la única culpable de no sentirme libre por darle las llaves de mi celda a mis carceleros, sin tener por qué, por sentirme incapaz de hacer lo que quiera (como todo el muno hace)... siempre tengo q tener la sensacion de hacer algo malo, de hacer daño a alguien, sin tener tampoco por qué, sin querer hacer ese daño.
En fin, supongo que algún día aprenderé a sentirme libre de verdad, aunque ya lo sea a todos los efectos...
Y a ti, sólo me queda darte las gracias por seguir ahí y por respetar mi libertad. Gracias de corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario