Por fin puedo decir que me han llamado de la BOLSA!!!
Cuanta gente esperamos esa llamada de manera ansiosa... Al fin me llegó.
Me encuentro en uno de los rinconcitos blancos de l apronvincia de Málaga, Almáchar. Hasta este momento desconocía la existencia de este lugar y, a partir de ahora, nunca lo podré olvidar.
A sido el lugar que me ha brindado la oportunidad de entrar a formar parte del cuerpo de maestros... q bien suena, verdad?
Llevo aquí un mes, probando no sólo lo referente a la vida laboral si no también lo que concierne a la vida personal y "adulta". Vivo sola, en una casita de alquiler y la verdad es que la experiencia y satisfacción de sentir que or fin has encontrado el camino que buscabas desde hace años merece el esfuerzo que, todo aquel que como yo quiere empezar en esta vida, tenemos que hacer.
Puedo decir orgullosa que he tenido mucha suerte y... lo digo en todos los sentidos.
El primer día que llegué a este pueblo tan apartado lo pasé algo angustiada. A ello se le sumaba el alojamiento que mis padres desde Cádiz y con mucho afán me consiguieron. ¡Qué horror! ¡No hubiera aguantado en ese lugar ni dos días! Menos mal que solo tuve que estar allí una noche y además, acompañada de mi hermano que se vino conmigo para que no pasara los primeros días sola. Al día siguiente ya tenía nuevo alojamiento, nada comparable al sitio del que venía que parecía estar sacado de una película de terror...( quizá soy un tanto exagerada, jejejeje, pero es que no me gustó nada).
Tengo una casa para mí sola, con un alquiler bastante asequible, y en muy buenas condiciones, situada en una buena zona, amplia y luminosa... todo lo que se podría pedir para una mayor facilidad en la adaptación a la nueva vida.
He estado bastante tiempo acompañada pero ahora llevo 2 semanas probando lo que es vivir sola, completamente sola sin mñas compañía que la televisión o los minutos que puedo " coger prestado" internet. El teléfono también ayuda a olvidar por unos instantes que estás sola per cuando cuelgas, vuelves a oir el silencio... No me quejo, no está mal y, además, esto tenía que llegar algún día y ya tenía ganas de experimentar por mí misma eso de... "este finde bajaré a ver a mi familia y mis amigos".
Como he dicho, después de un mes la experiencia se me acaba y solo tengo buenas palabras para los que han contribuido a que me lleve este buen sabor de boca de mi primera experiencia como docente en un centro público, ya que anteriormente tuve la oportunidad de trabajar en un concertado, cuya experiencia también ha sido inolvidable.
Gracias a los compañeros y compañeras, que desde un primer momento me han tratado como una más, dejándome libertad absoluta para trabajar y tomar las riendas por completo, gracias por al confianza depositada en mí para tomar decisiones propias de la profesión sin tener en cuenta mi reciente incorporación... gracias a mis alumnos y alumnas que tantos buenos momentos me han dado y algún estrés también, jejejeje, pero incluso eso me llevo como grato recuerdo, gracias por saludarme en la calle, en el centro y en cualquier establencimiento a la voz de "¡Maestra!"...
Nunca podré olvidar esta experiencia y además, la recordaré siempre con una sonrisa en los labios. Una vez más... GRACIAS!
Cuanta gente esperamos esa llamada de manera ansiosa... Al fin me llegó.
Me encuentro en uno de los rinconcitos blancos de l apronvincia de Málaga, Almáchar. Hasta este momento desconocía la existencia de este lugar y, a partir de ahora, nunca lo podré olvidar.
A sido el lugar que me ha brindado la oportunidad de entrar a formar parte del cuerpo de maestros... q bien suena, verdad?
Llevo aquí un mes, probando no sólo lo referente a la vida laboral si no también lo que concierne a la vida personal y "adulta". Vivo sola, en una casita de alquiler y la verdad es que la experiencia y satisfacción de sentir que or fin has encontrado el camino que buscabas desde hace años merece el esfuerzo que, todo aquel que como yo quiere empezar en esta vida, tenemos que hacer.
Puedo decir orgullosa que he tenido mucha suerte y... lo digo en todos los sentidos.
El primer día que llegué a este pueblo tan apartado lo pasé algo angustiada. A ello se le sumaba el alojamiento que mis padres desde Cádiz y con mucho afán me consiguieron. ¡Qué horror! ¡No hubiera aguantado en ese lugar ni dos días! Menos mal que solo tuve que estar allí una noche y además, acompañada de mi hermano que se vino conmigo para que no pasara los primeros días sola. Al día siguiente ya tenía nuevo alojamiento, nada comparable al sitio del que venía que parecía estar sacado de una película de terror...( quizá soy un tanto exagerada, jejejeje, pero es que no me gustó nada).
Tengo una casa para mí sola, con un alquiler bastante asequible, y en muy buenas condiciones, situada en una buena zona, amplia y luminosa... todo lo que se podría pedir para una mayor facilidad en la adaptación a la nueva vida.
He estado bastante tiempo acompañada pero ahora llevo 2 semanas probando lo que es vivir sola, completamente sola sin mñas compañía que la televisión o los minutos que puedo " coger prestado" internet. El teléfono también ayuda a olvidar por unos instantes que estás sola per cuando cuelgas, vuelves a oir el silencio... No me quejo, no está mal y, además, esto tenía que llegar algún día y ya tenía ganas de experimentar por mí misma eso de... "este finde bajaré a ver a mi familia y mis amigos".
Como he dicho, después de un mes la experiencia se me acaba y solo tengo buenas palabras para los que han contribuido a que me lleve este buen sabor de boca de mi primera experiencia como docente en un centro público, ya que anteriormente tuve la oportunidad de trabajar en un concertado, cuya experiencia también ha sido inolvidable.
Gracias a los compañeros y compañeras, que desde un primer momento me han tratado como una más, dejándome libertad absoluta para trabajar y tomar las riendas por completo, gracias por al confianza depositada en mí para tomar decisiones propias de la profesión sin tener en cuenta mi reciente incorporación... gracias a mis alumnos y alumnas que tantos buenos momentos me han dado y algún estrés también, jejejeje, pero incluso eso me llevo como grato recuerdo, gracias por saludarme en la calle, en el centro y en cualquier establencimiento a la voz de "¡Maestra!"...
