miércoles, 23 de septiembre de 2009

Dos estrellas verdes



Aún no sé qué título te pondré,
de qué hablaré exactamente,
qué me callaré esta vez.

Mas no quiero dejar en el vacío
mi alma que me grita en silencio
que me advierte de este constante hastío
lo único que llevo por dentro
lo único que aún no he "perdío".

¿Llorar?,
¿Y qué consigo con esto,
si no terminar de inundar,
el desierto de mis deseos,
donde sola me vine a ahogar?

Y me siento prisionera,
por culpa de dos estrellas
tan verdes como la mar,
que no me quieren mirar.

Aún quiero seguir pensando
y llenándome de esmero
que por mí brillarán algún día
los ojos verdes que anhelo.

Como siempre una vez más
empezaba sin rumbo
lo que en ti ha de acabar.